‘Nada’… o todo

¿Quién dijo que actores longevos no tenían lugar en el mundo de las plataformas diseñadas para jóvenes? Pues para refutar eso está ‘Nada’,

¿Quién dijo que actores longevos no tenían lugar en el mundo de las plataformas diseñadas para jóvenes? Pues para refutar eso está ‘Nada’, que se puede ver en Disney+.

Un Robert de Niro que pasó hace años su plenitud y un Luis Brandoni con más de 80 años, hacen de esta serie un trabajo actoral de primera que te pasea por un bellísimo Buenos Aires y una gastronomía que, capítulo a capítulo, te hace buscar en tu móvil el restaurante argentino más cercano para ir ese mismo fin de semana.

Parece que el argumento de la comida está ya muy usado, algo manido, pero en ‘Nada’ se meten de lleno desde la visión de un crítico gastronómico que, más allá de sus opiniones, sabe dar a cada producto el espacio que necesita.

Plato a plato o descripción a descripción, te van haciendo pensar en lo que más de una vez ocupa nuestra cabeza: ¿quiénes somos? ¿construimos algo o trascendemos a nosotros mismos? ¿estamos sólo de paso? Lo que a priori parecen “cosas de la edad” son, al final, las grandes reflexiones que, siendo mínimamente autocrítico con uno mismo, da igual la edad que tengas porque te lo planteas.

En ‘Nada’ hay momentos que lo son todo y que, acompañado por una jerga típicamente argentina, te hace romper a reír o romper a llorar. ¡Qué ironías! ¡Qué sentido del todo y de cada detalle!

Pero lo que realmente flota en el ambiente de los cinco capítulos es cómo un hombre con una personalidad difícil, tosca e irritante también puede tener una profunda humanidad cuando le tocan algo que, sin quererlo, se ha convertido en imprescindible para su vida.

En ‘Nada’ las cosas de la edad (o de la vejez), dejan de cumplir años para convertirse en las cosas de la vida, porque ésta no es una serie de comida.

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